Elsbeth Monrroy

Presentación Personal

Elsbeth Natalia Monrroy Villca, nacida en la ciudad de La Paz, Bolivia. Descrita a menudo como una persona discreta pero comprometida, optimista y empática, apasionada por la lucha en favor de la libertad - tanto de expresión, como de creencias - pero igualmente por las ciencias, concretamente en la aplicación práctica que pueda tener un impacto positivo para la humanidad.

A día de hoy, es estudiante de Informática en la universidad de Aix-Marseille, en la ciudad de Aix-en-Provence, Francia. Participa activamente en talleres de robótica y programación ofrecidos por la institución boliviana Infocal, y en paralelo, busca participar en proyectos solidarios y de voluntariado para la ciudad en la que reside actualmente.

Dentro del marco acádemico, en un futuro apunta a una especialización en el desarrollo de la inteligencia artifical y la ciber seguridad. Sin embargo, busca también mejorar constantemente a nivel personal, desarrollar habilidades sociales y valores humanos, no para facilitar su futura misión como científica, pero para que la tecnologia que vaya a ser desarrolada pueda facilitar la misión de toda la humanidad de una manera éticamente adecuada.

«Hay que cultivar nuestro jardin» declaró Voltaire en “Cándido, o el optimismo”.

Sin buscar de manera pretenciosa crear un cambio colosal, siempre he pensado que el cambio se genera en uno mismo. Estoy convencida que la clave para ser y preservar una sociedad estable y sana es la educación, no necesariamente académica, pero humana. El clásico más no obsoleto dicho “Trata a los otros como quieres que te traten a ti”, refleja una filosofía basada en la empatía, en el respeto de los otros, y que sin embargo, exige antes tener respeto por sí mismo. Es por esto que, dentro de la rigidez de las ciencias, considero fundamental la implementación de las “Habilidades Blandas”. Haberme involucrado en el mundo del Coaching Emocional me ayudó a nivel personal, y me ayudará a guiar a otros: esa es mi pequeña contribución a la creación de un mundo que, esperemos que pronto, sea un lugar del cual podamos estar todos orgullosos.